Cada dia que pasa quiero pasar mas horas con personas que tienen buenos modales, en mi vida personal y de negocios.
Decir buen dia y hasta luego, por favor y muchas gracias, disculpas cuando hace falta, son gestos que evidencian una educacion, un esquema de valores basico que es cada dia mas dificil de encontrar.
Devolver un llamado, contestar un email o avisar cuando estas demorado, sin importar que tan ocupado estés o que tan hot shot seas en tu empresa o en tu entorno, es la diferencia entre una persona con buenos modales y un maleducado.
Odio la busqueda del falso atenuante de excusarte, con tu clásica simpatia, cada vez que llegas 2o minutos tarde: “Sorry… estoy como loco, ya me conocés, yo soy así”.
Una manera facil de identificar personas con esa tipica filosofia de “soy-groso-y-todo-me-importa-un-huevo” es mirar el cambio de modales que súbitamente experimentan estos mequetrefes cuando tienen un interés creado con una persona en particular; resulta increíble lo educaditos que se vuelven.